(Amor, salud y fertilidad.)
Leyenda de Angus y Caer: Los Elfos del Amor Eterno
En las verdes tierras de Irlanda, donde los ríos serpentean y los bosques susurran antiguas historias, vivía Angus, el hijo del gran rey Dagda. Angus, conocido por su belleza y su corazón puro, era el orgullo de su padre y de todo el reino. Sin embargo, una noche, su espíritu se vio turbado por un sueño maravilloso y enigmático. En su sueño, una luz resplandeciente tomó la forma de una mujer de belleza incomparable, llenando su corazón con un anhelo profundo.
Al despertar, Angus no pudo olvidar aquella visión. Día tras día, su mente y su corazón estaban ocupados por la imagen de la mujer luminosa. Su padre, el sabio rey Dagda, al ver la tristeza de su hijo, prometió encontrar a la mujer de sus sueños. Así comenzó una búsqueda por toda Irlanda, un país lleno de misterios y magia.
Tras muchos días y noches de búsqueda incansable, Dagda y sus hombres llegaron al lago conocido como La Boca del Dragón. A orillas del lago, Dagda avistó un cisne de blancura inmaculada. Al ver a Dagda, el cisne se transformó en una mujer de extraordinaria belleza. Era Caer, la mujer del sueño de Angus.
Caer explicó que estaba bajo un hechizo que la hacía alternar entre la forma humana y la de cisne. Sin embargo, el destino la había unido a Angus. Cuando Angus la vio, supo que ella era la luz de su sueño, y su corazón se llenó de alegría.
Desde aquel día, Caer y Angus se volvieron inseparables. A veces, Caer aparecía como una mujer humana, y otras veces como un elegante cisne volador. Juntos, simbolizaban el amor eterno, una unión tan fuerte que ni la magia ni el tiempo podían romper. Angus, conocido como el elfo del amor según Pep Catalá, se convirtió en un símbolo de devoción y fidelidad.
Los bardos y poetas cantaban sobre Angus y Caer, narrando la historia de su amor a través de generaciones. Se decía que quienes visitaban el lago La Boca del Dragón podían, si tenían el corazón puro, ver a Caer volar como un cisne junto a Angus. Su amor inspiraba a todos aquellos que escuchaban su historia, recordando a los hombres y mujeres de Irlanda que el verdadero amor trasciende todas las barreras.
Así, la leyenda de Angus y Caer, los elfos del amor eterno, perduró en el tiempo, enseñando que el amor verdadero es un lazo inquebrantable que ni siquiera la magia más poderosa puede desatar.