Repetirás 3 veces el nombre que elegiste para tu ser elemental, a continuación proclamarás:
“Oh, servidor eterno de la luna y sus misteriosos poderes,
infúndeme con tu aliento inquebrantable,
para que tus virtudes se arraiguen en mi ser,
sin que se pierda ni una gota del cariño
que otros me brindan y que yo ofrezco.
Guíame para que la energía de la belleza
que recibo de ti, regrese a sus fuentes primordiales,
enriquecida por el amor humano que ofrezco,
tejido de actos y sacrificios.
Permíteme ser el protagonista sublime de tu ascenso,
y que mis labios nunca pronuncien
lo que debo restituirte.
Manténme unido a tu radiante luz,
para que en todo momento y lugar,
pueda ser tu perfecto embajador.”