(Salud, vida eterna, mejora el estado físico.)
Mush: El Humano que se Convirtió en Elfo Eterno
En los tiempos antiguos, cuando los reyes y las criaturas mágicas gobernaban la tierra con sabiduría y poder, Dagda, el soberano de los elfos, cayó víctima de un terrible maleficio. Durante cuarenta días, estuvo al borde de la muerte, y ningún remedio conocido por los elfos podía curarlo. La tristeza y la desesperación se apoderaron del reino, y todos lamentaban la inminente pérdida de su amado rey.
En medio de la angustia, llegó al castillo un humano llamado Mush, un hombre sencillo pero con un conocimiento profundo de las plantas medicinales. Mush había recorrido grandes distancias, guiado por su intuición y el deseo de ayudar. Al llegar al castillo, anunció que poseía el conocimiento necesario para sanar a Dagda.
Desesperado y sin otras opciones, Dagda prometió a Mush un regalo invaluable: la vida inmortal de los elfos si lograba salvarlo. Con esta promesa, Mush se dedicó a cuidar del rey. Durante tres días y sus noches, Mush empleó su vasto conocimiento de las hierbas y remedios naturales, preparando pociones y ungüentos con una habilidad asombrosa.
Mush trabajaba sin descanso, combinando raíces, hojas y flores en complejas mezclas que administraba al rey debilitado. La primera noche, el color comenzó a regresar al rostro de Dagda. La segunda noche, su respiración se volvió más fuerte y constante. Y al amanecer del tercer día, Dagda abrió los ojos, libre del maleficio que casi le había arrebatado la vida.
El reino entero celebró la recuperación de su soberano con gran júbilo. Dagda, agradecido más allá de las palabras, cumplió su promesa. Con un ritual antiguo y sagrado, otorgó a Mush la inmortalidad de los elfos. Mush, el humano humilde, se transformó en un elfo eterno, su cuerpo y espíritu ahora bendecidos con la gracia y la longevidad de los seres mágicos.
Mush, ahora un elfo, se convirtió en un consejero valioso y un sanador venerado entre los elfos. Sus conocimientos sobre las plantas medicinales se expandieron aún más con el acceso a los secretos elficos, y su habilidad para curar se volvió legendaria. Viajaría por todo el reino, compartiendo su sabiduría y ayudando a quienes lo necesitaran, siempre recordado como el hombre que salvó al gran rey Dagda y fue recompensado con la inmortalidad.
Así, la historia de Mush se transmitió de generación en generación, una leyenda que destacaba la importancia del conocimiento, la compasión y el valor. Mush, el humano que se convirtió en elfo, simbolizaba la unión entre los mortales y los seres mágicos, y su vida eterna fue un testimonio de la gratitud y la grandeza del rey Dagda.